Foto: Agostina Colet
El Playero le ganó de atrás por 72-70 y sobre el final al fusionado en un vibrante cuarto de cierre, trepó a la primera posición, y se mantiene inexpugnable en su recinto en lo que va de la temporada.
Por primera vez los de Pablo López tuvieron como titular al panameño Michael Hicks, que terminó siendo vital para el planteo de los locales y en la remontada final.
El primer cuarto fue cerrado, de defensas firmes y ataques elaborados. En un tanto a tanto entretenido, el final fue con empate a 17.
Distinto fue el trámite del segundo cuarto. Si bien se mantuvo la paridad al final (se fueron al descanso 35 iguales), hubo más rachas. Malvín se puso arriba por cinco, la máxima de cualquier equipo hasta ese entonces. Un doble de Kiril, fuerte en el poste bajo, seguido por un triple bien plantado de Mazzarino en una corrida de cancha le dieron esa renta al azul de la playa que obligó al banco rival a pedir tiempo muerto.
Más que efectivo fue el minuto del técnico fusionado, cuyo equipo logró convertir esa desventaja en una renta a favor de hasta seis unidades, lo que provocó que Pablo López quemara también sus tiempos restantes.
A la reacción colectiva de Defensor Spoting, le siguió la individual por parte de Cabot, y algo de Hicks, para poner la casa en orden e irse al descanso en tablas.
Al comienzo del tercer período, nos deleitamos con un show del extranjero fusionado De Groat, que convirtió triples, bajó rebotes, y repartió asistencias hasta dejar a su equipo nada menos que 13 arriba.
Malvín logró ponerse en partido gracias a un triple rápido de Grolla y un doble de Kiril Waschmann, y se fue abajo por siete: 50 a 57.
Gracias a un muy buen arranque de Alejandro Acosta, los visitantes volvieron a sacar 13 de renta a falta de poco más de seis minutos. El entrenador playero había ya quemado uno de sus tiempos y no le encontraba la vuelta. Apurado en ataque y desarmado en defensa, parecía que el punto se iba a Punta Carretas.
Increíblemente, entre Hicks, el hombre del partido, Cabot, y algo de Kiril, esa desventaja pasó a ser de 2 puntos en tan solo dos minutos. Había cambiado el viento.
Era tal la intensidad defensiva del playero que Defensor no volvió a anotar en todo el juego, y con doble de Hicks a 19 segundos del final, se llevó un puntazo.