Situaciones puntuales y tragedias ponen a la salud mental en el centro de atención, pero días después, vuelve a un segundo plano y todo sigue igual. En diálogo con deportistas y especialistas, profundizamos en la realidad del tema en nuestro medio.
En este aspecto teórico no hay dudas ni diferencias de acuerdo a los entrevistados. Diego Scotti destacó que es algo “Muy importante”, y en el mismo sentido se explayó el basquetbolista Diego García: “La salud mental es fundamental, normalmente cuanto más feliz está uno afuera de la cancha es más probable que adentro pueda rendir de mejor manera. No quiero decir con esto que bajo un nivel de estrés por cosas externas al juego no se pueda jugar bien, pero a largo plazo sin dudas que la ecuación no va a ser positiva, y aún más importante, será poco saludable”.
La Dra. Verónica Tutte, psicóloga especializada en deporte, resaltó que es básica para que una persona pueda transformarse en deportista profesional: “La salud mental es fundamental, de hecho, si no la hay es muy difícil que el deportista alcance el alto rendimiento, ya que una persona que es vulnerable por tener algún tipo de patología no va a tolerar la intensidad de los entrenamientos ni ser capaz de mantener un elevado rendimiento en su disciplina”.
“Creo muy importante atender este aspecto, primero por preocupación por uno mismo, pero también para bajar la cantidad de “interferencias” por decirlo de alguna manera, a la hora de jugar”, complementó el base aurinegro García.
El Dr. Jorge Vidal, médico deportólogo, se refirió al vínculo entre deporte y salud: “La alta competencia entendida como tal, deportistas de élite mundial, si bien están muy controlados físicamente, tiene un gran debe está en las emociones. Se pueden controlan sus parámetros físicos para potenciarlos con distintos métodos, pero el estrés y sus consecuencias son muy subjetivos de cada uno, por tanto, yo no considero que el deporte de élite sea salud, en lo físico ni en lo mental”.
Complementando, la Dra. Tutte, quien trabaja en las formativas de fútbol de Nacional hace 15 años, comentó: “A lo largo del camino pueden tener algún tipo de psicopatología como una depresión, burnout o algún trastorno por ansiedad. Todos podemos tener una predisposición, además de lo que nos toque vivir en nuestra historia de vida, que nos pueda llevar a eso”.
“En líneas generales entiendo que está desatendido, si bien ya no es raro, por suerte, ver a un psicólogo deportivo en un equipo, no pasa seguido” comenzó diciendo Diego García sobre sus experiencias en el básquet uruguayo.
“Algunas instituciones lo están trabajando y otras no lo hacen”, expresó Scotti, presidente del gremio de futbolistas. En la misma línea se expresó la psicóloga y docente del área en la Universidad Católica: “Es muy desigual, hay instituciones que trabajan con psicólogo del deporte y otras que no. No podemos hablar de un patrón general. En Uruguay no todos lo tienen en su cuerpo técnico o dentro de la institución”.
El Dr. Vidal, con extensa experiencia en equipos de fútbol y básquetbol de nuestro medio, señaló la importancia que tiene la sanidad de los equipos para detectar situaciones en las que pueda ser necesario apoyarse en colegas otros colegas: “Es un termómetro que si sabemos aprovechar es fundamental en la salud mental del deportista, ya que se comparten muchas horas de charlas, mate, trabajos con los kinesiólogos o fisioterapeutas. Debemos darnos cuenta y actuar en consecuencia, ya sea consulta con psicólogo, psiquiatra o ambos”.
La Dra. Tutte, quien también trabajó con deporistas olímpicos de diversas disciplinas, hizo hincapié en el rol del psicólogo deportivo dentro de un plantel deportivo: “Lo que va a hacer la psicología del deporte es colaborar a optimizar todos los recursos que la persona ya tiene, permitirle que saque todo su potencial, demostrar todo lo que hay en él, sacar su mejor versión”.
“Es importante pensar que esto no se trabaja de forma puntual ni separada del entrenamiento total, haciendo talleres aislados de salud mental ni enfocándose únicamente del aspecto psicológico. El entrenamiento es uno y dentro de él, al igual que las partes técnica, táctica y física, debe estar incluida la psicológica. Eso es lo ideal. El espacio individual o separado se asemeja más a una intervención clínica”, expresó Tutte resaltando la importancia de la interdisciplina y el trabajo conjunto con el cuerpo técnico.
Desde sus experiencias personales, Diego García hizo una reflexión similar: “No tuve la posibilidad de ver cómo se desarrolla un psicólogo en un plantel estando full time, siempre he trabajado particularmente y ha sido muy productivo, pero creo que también lo sería realizando dinámicas de grupo, estando a disposición, observando todo lo que pasa y conociendo más a fondo al jugador, no sólo por la versión que el jugador le cuenta en una consulta, sino viendo todo desde su óptica y trabajando a partir de ahí”.
“Aún existen resistencias, aunque existen cada vez más quiénes se dan cuenta y piden ayuda, o se les haces ver para que entiendan que la cabeza no es solo para cabecear. Deben entender que quien manda en sus procesos es su cabeza”, comenzó diciendo de forma bastante clara y didáctica el médico Jorge Vidal.
Diego García también compartió su visión: “Me parece que cada vez hay menos resistencias, sobre todo en alto rendimiento ya está bastante naturalizado y entendido de que es una herramienta más para potenciarse”.
Si bien para Scotti “Hay resistencia a pedir ayuda en muchos casos”, desde la MUFP se han llevado a cabo acciones para mostrar a sus asociados la importancia del trabajo con profesionales: “Hemos hecho talleres con la Sociedad Uruguaya de Psicología del Deporte (SUPDE) tratando distintas problemáticas, además estamos trabajando con Fifpro”.
Por su parte, la psicóloga deportiva profundizó un poco más en las situaciones que hay o no resistencias: “Todo depende de la historia del deportista, si ha sido tratado alguna vez desde el punto de vista psicológico y de si las instituciones tienen estos agentes de salud. Cuando un chico comienza su carrera deportiva y se acostumbra a trabajar con un psicólogo lo ve de forma natural, como algo más del entrenamiento”.
“Cuando el deportista está rindiendo por debajo de sus posibilidades, o está angustiado, y ahí es cuando se lo deriva al psicólogo pueden aparecer las resistencias por pensar que lo mandan porque tiene problemas o porque está ‘loco’” explicó la Dra. Tutte, quien reflexionó acerca de cómo debería darse la inserción del psicólogo especializado el deporte dentro del equipo deportivo: “Tenemos que cambiar esa idea de derivar a los deportistas en momentos de vulnerabilidad, intentar que el psicólogo pueda trabajar con el deportista de forma constante, desarrollando habilidades, para que vea que es una parte más del entrenamiento y las necesidades que tiene que cubrir para ser un ser humano que trabaja de forma integral”.
Desde la Mutual también se resaltó la importancia de comenzar el trabajo en divisiones formativas: “Es muy importante apuntar a profesionales en estas áreas desde inferiores, que se vayan detectando a tiempo distintas problemáticas y poderlas trabajar”.
En los diálogos con los deportistas y profesionales de la salud, siempre aparecen estas dos temáticas que son preocupaciones centrales de los atletas.
“Tanto el rendimiento como las lesiones influyen en la salud mental del deportista. Es todo un tema aparte el deportista lesionado y su psiquis” comentó el Dr. Vidal al respecto de lo primero.
Diego Scotti resaltó el trabajo previo al retiro como parte de las actividades que realiza la Mutual: “Se busca brindar herramientas e información que ayuden a los deportistas al desarrollo de su actividad, pensando en preparar a la persona para la vida y teniendo presente la etapa de retiro como algo a trabajar, identificando que se hace muy difícil la reinserción laboral en otra actividad. Son pocos los que siguen y tienen posibilidades de trabajar en el fútbol”.
Sobre esto, también se expresó la Dra. Tutte: “La carrera de los atletas de alto rendimiento es corta, terminan abandonando o retirándose a edades tempranas. Debemos trabajar todas las alternativas a la vida no deportiva, más allá que estén en un pico máximo de rendimiento. Que haya estudio, vida social, vida afectiva, otras patas en que sostenerse cuando algo de su vida deportiva no vaya bien o deje el deporte”.
“La retirada debe ser algo planificado, trabajado, no algo que nos sorprende o nos lleva puesto, como puede acontecer cuando es por una lesión que no le permite volver. A esto se le llama transición y también es parte de lo que trabajamos”, comentó la psicóloga.
Esta temática ha sido destacada por los propios futbolistas uruguayos en las últimas semanas, incluso pidiendo “bajar la pelota” a través de dos videos conjuntos publicados en sus cuentas personales.
El Presidente de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales expresó: “Inciden y mucho, sumado al crecimiento exponencial de las mismas. Es una problemática también en la que hay que trabajar mucho”.
La Dra. Tutte, explicó: “Tienen una incidencia negativa, porque incluso en un momento de buen rendimiento, los comentarios no se ajustan a la realidad: ‘Sos un fenómeno’, ‘Sos una diosa”. Muchas veces se pierde el sentido de realidad, creyendo que ya llegó a la gloria y no tiene que esforzarse al máximo porque ya tiene todo. En el otro extremo, las críticas, muchas veces destructivas, inciden negativamente porque dañan la autoestima”.
En la misma línea, el médico deportólogo de las formativas de Fénix agregó: “Son una pésima influencia, más para los más jóvenes e inexperientes. Cuanto más conocido el deportista, más se somete a ese tipo de presiones y si no lo logra manejar, puede ser nefasto”.
Diego García dio su visión sobre este punto: “El deportista está ‘expuesto’, y eso magnifica los hechos, tanto los buenos como los malos, es inevitable. Incide si uno quiere que incida. Está bueno disfrutar de los elogios en los buenos momentos, pero no perderse en ellos, y aprender a tomar las críticas como de quien vienen, en general las que se dan en las redes no son para sumar”.
En cuanto a qué se puede hacer, la psicóloga deportiva de Nacional se refirió a dos grandes áreas: “Debemos trabajar el manejo de las redes sociales. Los deportistas no son cuidadosos y se exponen, habilitan a la crítica, cuando están en una fase competitiva y aparecen en una reunión social o consumiendo una bebida que no deberían, por ejemplo. Bloquear las redes sociales nos aísla incluso de lo que está sucediendo a nivel mundial”.
Al mismo tiempo, destacó otro aspecto fundamental que deben trabajar los profesionales de la psicología del deporte: “Lo importante es trabajar sobre la influencia de la evaluación del rendimiento, es decir, a quién voy a escuchar, de quién voy a tomar críticas porque realmente me sirven y saben de mi rendimiento. Enseñarle a escuchar a su entrenador y entorno cercano, bloqueando todo comentario que viene de personas ajenas, eso ayuda a protegerlo y que sea menos vulnerable a las presiones externas”.
En la práctica, el basquetbolista de Peñarol y la selección uruguaya, compartió la visión: “La mejor forma de manejarlas es no perder ni medio segundo en ellas y ocuparse en las cosas realmente importantes. Si fueron por un mal partido, poner la cabeza en prepararse de la mejor manera para el siguiente, ya que un mal partido no te define y lo puede tener cualquiera”.