Desde Venezuela se trajo las arepas y su amor por el fútbol, hoy defiende a River Plate y deja todo por la camiseta. En Mujeres del Mundo, la volante darsenera Olgarlys Torres.

Oriunda del estado de Lara, más precisamente de la localidad de Duaca, Olgarlys Torres se independizó muy joven. Con apenas 16 años se fue de la casa de los padres, con el sueño de estar alrededor de una pelota de fútbol. El 3 de marzo de 2020 aterrizó en Uruguay. Fue impulsada por quien actualmente es su compañera de equipo, Génesis Carrasco “nos conocimos en Deportivo Lara, nos hicimos muy amigas y hoy somos como hermanas”.

Más allá del pedido de su amiga, “me pareció genial conocer el fútbol extranjero, otras tierras, otras jugadoras. También elegí Uruguay porque es un país que brinda muchas oportunidades, en cuanto a estudio, trabajo y salud”.

Sin embargo, al aterrizar en tierras charrúas se encontró con un enemigo: el coronavirus. A la semana de llegar al país, se empiezan a conocer los primeros casos de COVID-19 en Uruguay, por lo que tuvo que encerrarse en un país que no conocía, sin trabajo y sin estar estudiando. “Fue uno de los momentos más difíciles, creí que me iba a volver loca, porque estoy acostumbrada a hacer mil cosas” comentó.

¿Quién es Olgarys Torres?

Nació en Venezuela el 30 de setiembre de 1999. 

Juega de volante central y se caracteriza por “la marca, sé leer mucho el partido”. Además, tiene como virtud su cabezazo, con el cual ha marcado goles, tanto en Uruguay como en Venezuela. A su vez añadió “no soy tan buena como Génesis (Carrasco) que hace firuletes con la pelota, pero soy buena marcando”.

A su vez, Torres no es una jugadora que reciba muchas expulsiones “me han echado una sola vez en toda mi carrera”. Una típica número 5 del fútbol uruguayo.

Un pilar fundamental fue la ayuda que le otorgó el club. Es que River Plate le otorgó asistencia, tanto en vivienda, como en alimentos: “nunca me faltó nada”. Por lo que, se dedicó a entrenar, pensando en la vuelta del fútbol.

Pasados un poco más de dos años desde su arribo, ya se siente como una uruguaya más. Se convirtió en especialista en hacer tortas fritas “al principio no me gustó, pero hoy en día me encanta”. Sin embargo, a pesar del intento de sus compañeras, el mate no le gustó. A pesar de esto, sus raíces las tiene intactas y en varias oportunidades les ha realizado comidas típicas de su país a sus compañeras, principalmente, arepas.

Olgarlys con la camiseta de River Plate ante Nacional.

Olgarlys con la camiseta de River Plate ante Nacional.

En cambio, lo que más destaca del Uruguay “son las personas, no las cambiaría por nada. Mis compañeras tanto del trabajo, del fútbol o estudio, son personas increíbles, me han tratado muy bien”.

Si bien su deseo es ser ingeniera “es una carrera que te exige mucho, pero algún día lo voy a hacer”. Actualmente se encuentra estudiando la carrera de Licenciatura en Administración. A pesar de esto, en su país estudió Asistente Administrativo, pero “los problemas del país llevaron a que no me dieran el título”. Ante esto, decidió empezar la carrera de nuevo “empecé de cero porque yo sé que puedo”.

Sin embargo, a pesar de tener pasión por el fútbol “si no estuviera, no sé qué sería de mi”, asegura que es hincha únicamente del Deportivo Lara de Venezuela. Además, en la próxima Copa América Femenina que se disputará en el mes de julio y tanto Uruguay como Venezuela integran el mismo grupo, “voy a hinchar por la vinotinto”. Pero, en el próximo Mundial de Qatar, “hincho por Uruguay” por lo que el equipo de Diego Alonso, ya tiene una nueva simpatizante.

Los inicios de Olgarlys Torres

Con la camiseta de Deportivo Lara

Con la camiseta de Deportivo Lara

Si bien Olgarlys admira a jugadores como Luka Modric, su principal referente es su padre. El mismo fue futbolista y tuvo la oportunidad de jugar en la selección de Lara, pero no contaba con los recursos para los traslados y tuvo que desistir de esa oportunidad. “Me encanta verlo jugar” exclamó y aseguró “le pega muy bien a la pelota, tiene un gran remate”.

Fue él el responsable de su inicio en el fútbol. Con 13 años dio sus primeros pasos en el deporte, pero lo hizo más por una necesidad de salud “estaba sobrepasada de peso y estaba sufriendo el colesterol”. Probó con varios deportes y actividades, sin embargo, “con nada bajaba” hasta que empezó en una escuelita de hombres. Pero no las iba a tener todas consigo “no quise seguir jugando porque me daba vergüenza”.

A pesar de todo esto, su vida le iba a dar un giro rotundo, dado que inició a jugar en un equipo del pueblo y en un amistoso contra el equipo del estado quedaron tres jugadoras seleccionadas para una captación. La misma, era de 80 futbolistas, pero quedaron 20 seleccionadas y “ahí comenzó mi carrera” sentenció.

Es que ya a los 15 años jugaba en Deportivo Lara y de desde hace dos temporadas lo hace defendiendo la camiseta de River Plate.

La importancia de la familia

Las familias siempre son importantes en las carreras de todos los deportistas y en muchos casos es motivo de orgullo. En la vida de Olgarlys Torres no iba a ser la excepción. “Mi padre iba siempre a los partidos, después por más de cómo jugara, él se quedaba en silencio y después me decía todo lo que hice mal. Al principio me molestaba, pero después lo entendí. A pesar que él no me lo diga, sé que está muy orgulloso de que haya llegado muy lejos”.

Olgarlys Torres junto a su familia.

Olgarlys Torres junto a su familia.

Además, ha sido muy importante en su superación futbolística “Cuando se me complicaba para ir a entrenar con Deportivo Lara, mi padre que estaba cansadísimo por el trabajo, agarraba una pelota y me llevaba a una cancha de fútbol a enseñarme”.

Sin embargo, a quien más le costó asumir que su hija quería ser futbolista fue a su madre “nunca le gustó que jugara al fútbol”. Pero, esto no era por no apoyarla en sus metas, sino por una mala experiencia “mi hermana también jugó al fútbol, era delantera y en una jugada se cayó y se fracturó la clavícula”. Eso ha impedido que vaya a verla jugar, ya que se pone muy nerviosa.

A pesar de esto, quien cumplió un rol importante en su vida fue su abuelo: “es el que más me apoyó”. Cuando habla de él, se puede ver en su mirada su orgullo: “con más de 70 años, se iba caminando más de 30 minutos para ir a verme jugar y siempre estaba contra la reja mirándome y aplaudiéndome”.

Aprovechó a recordar una frase que siempre le dice cuando se comunica con él: “acordate que tenes que correr en los partidos. Yo no voy a estar ahí, pero siempre voy a estar apoyándote y si me muero voy a estar mirándote desde arriba” recordó casi con lágrimas en los ojos.

Es que su abuelo padece un problema de salud que lo imposibilita poder viajar, ya sea por avión o por tierra. Esto genera que esté planteándose la posibilidad de visitar Venezuela en un par de años “me gustaría verlo otra vez, porque nunca pensé que iba a ser tanto tiempo”.

Diferencias futbolísticas con Venezuela

En uno de los entrenamientos junto a sus compañeras.

En uno de los entrenamientos junto a sus compañeras.

“La diferencia primordial que note, fue que entrenábamos todos los días e íbamos todas. Acá en Uruguay no, se entrena tres días o un poquito más algunos equipos, pero la mayoría de los equipos entrenan poco y las jugadoras no van a todos los entrenamientos” comentó en relación a las diferencias entre ambos países.

Además, Olgarlys Torres destacó que, en el país del norte de Sudamérica, las jugadoras son profesionales, teniendo planteles completos con contratos. “Tienen psicólogo, fisioterapeuta, gimnasio, te enseñan a comunicarte en las entrevistas. Te forman como profesional”.

A pesar de esto, considera que “he crecido como jugadora, en Venezuela era una jugadora de más tranque, que siempre cortaba. Acá los entrenadores, me han hecho animarme a jugar y creo que ahora lo hago con mucha más confianza”.

mayo 20, 2022

Mujeres de Mundo: Olgarlys Torres

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