Con grandes Showmans pasó la etapa número siete de esta Liguilla 2022 que tuvo la participación de Nos Obligan a Salir, Sarabanda y parodistas Zíngaros, que bajó la Luna en el cierre con un gran homenaje.
Nos Obligan a Salir pisó por tercera vez el Templo de Momo y redondeando la mejor de sus presentaciones en este 2022. Con dos puntas muy poéticas y maravillosamente cantadas, la murga presenta algún altibajo en materia textual teniendo como punto muy altos el cuplé del Obligado (interpretado por la posible figura de Oro de este Carnaval, el Canario Villalba).
Desde la Aduana, es un placer escuchar a este coro.
Recordá cual es tu obligación, dejar salir la voz del corazón…
El de Nos Obligan a Salir es un espectáculo que cuenta con uno de los mejores vestuarios y voces de este Carnaval pero que en manteria textual no termina de enganchar por momentos y eso hace que la tenga alejada de mis primeras seis en esta Liguilla.
Después de una primera rueda en la que el espectáculo no pudo convencer por algún problema de sonido, la comparsa metió una gran levantada llegando a la Liguilla con la mejor de sus tres presentaciones sonando muy bien y con actuaciones formidables de Loyate y Echevarría. La esquina de los sueños perdidos tiene argumentos para meterse arriba en el podio por debajo de Cuareim.
El Gran Showman hizo emocionar a todos en el Ramón Collazo. Zíngaros pasó por la Liguilla con espectáculo que tuvo un muy buen rendimiento de Karina Méndez y Panchito Araujo; ambos hacen rendir junto a Aldo Martínez la primera parodia (La Dama de la Lámpara). La segunda parodia tuvo como de costumbre un gran trabajo de Aldo Martínez y grandes pasajes de Charlie Sismondi y su Café Café, con su aparición en la escena de la pesca.
El homenaje final a Ariel Sosa en la Luna, es de esos momentos que serán recordado para siempre.
Pensando en el mano a mano con Caballeros (a falta de la actuación en la liguilla de Los Muchachos): Los gitanos pueden estar algún punto abajo en textos pero rozan la perfección en casi todo lo demás. Va a ser una lucha puntito a puntito para comprar pop y disfrutar de los fallos.