Luego de 22 años el histórico Luis Scola le dijo adiós a la selección argentina, donde sin dudas dejó el Alma.

Solo quedaban 51 segundos en el reloj de un partido liquidado, pero como por arte de magia todo se detuvo. Australianos y argentinos se fundieron en un aplauso cerrado para despedir a una leyenda.

Hernández lo abraza y él, consciente de lo que estaba sucediendo no logra contener las lagrimas, algunas por la derrota y muchas otras porque sabía que estaba cerrando una etapa.

Sin hacer mucho ruido él se fue con su mejor amiga, la naranja, bajo el brazo y nos dejó a todos una gran incógnita ¿y ahora qué?

Cómo se hace para desacostumbrarse a alguien que estuvo siempre, sin importar si estaba en la otra punta del mundo. Cómo se hace para mirar un partido de Argentina y no ver el número 4 luchando en la pintura, ya sea con su larga cabellera o ya con canas.

Con cada paso que daba alejándose del flotante se hacía cada vez más grande. Sobre sus hombros cargaba 169 partidos 2791 y 4 títulos, donde la medalla dorada en Atenas 2004 es la que más resalta.

El legado de Luis Scola será eterno, el último soldado de la Generación Dorada dijo adiós. Se fue el jugador para que nazca la gran leyenda que es.

“Me voy en paz” dijo, sabiendo que por su país dejó sangre sudor y lágrimas. 

agosto 6, 2021

La leyenda del gran capitán

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