El color violeta está en su corazón, defiende dentro de la cancha con orgullo y pasión a Defensor Sporting, declara sus locuras de amor, Camila Friciello.
Camila Friciello defiende al Defensor Sporting Club, el club de sus amores “soy hincha enferma” así se define ella al hablar de su amado club. La volante, llegó a la institución a través de una prueba de aspirantes la cual “la espere toda la vida”. Sin embargo, las vueltas de la vida le iban poner drama a esta historia, debido a que 15 días antes de su deseada prueba se fisuró un dedo del pie. Pero, su locura por estar ahí hizo que fuera igual “termine acalambrada, llorando, pero por suerte quede y ahora tengo la suerte de poder seguir en Defensor”.
Su primer encuentro con la camiseta violeta fue en el Estadio Luis Franzini “me puse a llorar, tenía terribles nervios”. Aquel recordado encuentro, ingresó en el segundo tiempo y recuerda “se sintió en el altoparlante mi nombre, que era la primera jugadora hincha y se me erizó la piel, lo soñé toda la vida”.
Su amor por Defensor comenzó por su padre, pero asegura que él es hincha nada más, porque “yo soy loca por Defensor”. Sin embargo, toda su familia es de Peñarol, porque su abuelo materno jugó en el aurinegro, nada más y nada menos que Julio César Abbadie, quien ganó ocho campeonatos uruguayos, una Copa Libertadores (1966) y una Copa Intercontinental (1966). Además, participó del Mundial de 1954 con la selección uruguaya, anotando dos goles.
Precisamente su abuelo le heredó la pasión por el fútbol “me crie, tanto yo como mis hermanos, con mi abuelo contándonos anécdotas, íbamos por la calle y la gente se quería sacar fotos con él”. A su vez, en sus inicios como jugadora de fútbol, le tocó vestir la camiseta de Peñarol (estuvo presente en el primer clásico del fútbol femenino), “es lindo decir ‘estoy vistiendo la misma camiseta de mi abuelo’” y aseguró: “Es mi ídolo”.
Sin embargo, su padre tuvo mayor fuerza y la hizo de Defensor Sporting, club por el cual ha realizado varias locuras, entre ellas: “siendo chica, me fui a Tacuarembó sola para ver a Defensor. Mi padre no podía ir y me fui en el ómnibus con la barra. Era un día que hubo tormenta eléctrica, tuvieron que suspender el partido un rato, terminé empapada”.
Camila Friciello, María Córdoba y Magdalena Olivera han estado los tres años de historia de Defensor femenino
Pero esta no fue su única anécdota: “en la temporada 2007/2008, la final fue entre Defensor y Peñarol. El partido era a eso de las 15 y no podía ir al estadio. Le pedí a la maestra si podía poner una radio para escuchar el encuentro. La maestra accedió y escuche el partido en la clase”.
Camila Friciello se define como muy cabalera y tiene en su mente el partido ante Boca Juniors por la Copa Libertadores 2009, donde el violeta eliminó al xeneize con un gol de Diego De Souza en La Bombonera. “Yo me siendo de tal forma y tengo que estar así los 90’. Ese día, me había sentado mal y terminé acalambrada”.
Ese sentimiento por el violeta lo ha intentado contagiar entre sus compañeras de equipo, “intento que mis compañeras quieran y respeten al club. No quiero que se hagan hincha, porque me ha pasado de jugar en otros clubes y yo no ser hincha, pero sí busco el respeto a la institución y generar sentido de pertenencia”. Además, agregó: “me gustaría que lo quieran al club, porque es lindo de querer (risas)”.
De esto, es fundamental la parte humana de un grupo: “tenemos un plantel que nos llevamos bárbaro, somos muy unidas y eso es motivante para ir a entrenar” a lo que aseguró: “se ha construido de a poco una filosofía”, lo que ha llevado a las jugadoras que llegan se sientan a gusto “por ejemplo Caterin Lima llegó una semana antes de comenzar el campeonato y se siente recontra a gusto”.
Esto ha generado que, algo poco común en el fútbol femenino “porque estudias o trabajas o directamente no estas motivada”, que en un plantel de 32 personas vayan todas a entrenar todos los días y eso ocurre en Defensor Sp..
Esa motivación, ha generado que haya una evolución en el club en relación a los años anteriores. La institución lleva tres años en competencia del fútbol femenino, el primero ascendieron a primera, en el segundo quedaron quintas y en el 2021 van primeras con un partido más.
Ante esto se refirió: “futbolísticamente hablando tuvimos una evolución, más allá de las posiciones en la tabla hemos avanzado en el estilo de juego. Además, ahora tenemos una sub 16, aunque no tenemos las herramientas suficientes para las tres categorías”.
Sobre esto último, se refirió en relación a lo que ocurre en todo el fútbol femenino: “hay crecimiento, lo ves en la ropa de las jugadoras, en que se juega en los estadios principales, Nacional tiene contrato, cuadros con viáticos, nosotros este año tenemos viático que es un paso grande, pero igual estamos años luz de lo que en realidad debería ser el fútbol femenino”.
Sin embargo, basándose en lo que ocurre en Defensor Sp. aclaró: “si bien hace tres años empezamos y comparando con el resto de los clubes somos uno de los equipos que más tenemos, falta muchísimo aún”. Además, agregó: “lo que tenemos es porque lo luchamos las jugadoras con Ana (Gómez) que es la coordinadora, que está siempre intentando que nosotras mejoremos”.
También se hizo un lugar para referirse a lo que está faltando en el club para comenzar a profesionalizar el fútbol femenino: “la remuneración, pero falta muchísimo para que se logre eso. El tema de la visibilización en las redes es fundamental, el tema de los sponsors, las indumentarias, nosotras tenemos la misma ropa de hace tres años con marca que ni siquiera nos sponsorea. Las juveniles no tienen ropa y la que tenemos en primera división es solo un equipo, para los cinco días en la semana (entrenan los cinco días de la semana), más el día del partido que tenes que ir con la indumentaria del club. Los viáticos muchas veces no dan para cubrir lo que realmente gastas en transporte. Mañana se te rompe un champión y muchas no tienen para comprarse un par de un día para el otro”.
Con esto último, al ser referente e hincha del club a Camila Friciello le ha tocado vivir situaciones pocos comunes: “me han pedido perdón mis compañeras porque a veces van con unas medias de Liverpool, una camiseta de otro club dada vuelta, un short de Nacional tapado el escudo con leuco. Yo les hago taparse los escudos, porque por más que no tengamos ropa, está bueno también el respeto al club. Pero en realidad las entiendo, porque es lo que tienen, porque Defensor no les da la ropa”.
Sin embargo, las jugadoras han colocado a Defensor en la lucha por el torneo y actualmente lideran a falta de tres fechas para finalizar el certamen. Las violetas, cuando se reanude el torneo, se enfrentarán a Liverpool, luego lo harán ante Nacional y tendrán fecha libre en la última.
“Estamos trabajando concentradas, haciendo pila de amistosos, jugando contra hombres para prepararnos más fuerte. Nos quedan 180 minutos que es a darlo todo” se refirió a los dos partidos que le quedan al conjunto de Parque Rodó. Agregó: “estamos motivadas, queremos salir campeonas”.