Pasó la primera charla de “Her Time to Play” de Jr.NBA. La protagonista fue la entrenadora de Weber Bahía, Laura Cors. Repasamos lo más destacado.
Antes de meternos en lo que fue el entretenido encuentro entre Laura Cors e Ileana Jímenez, haremos una breve introducción de quién es la entrenadora argentina. Como hito destacable, aunque para ella no debió ser noticia, fue la primera mujer en ser parte de un cuerpo técnico de la Liga Nacional de Argentina, cuando Pepe Sánchez la invitó a ser parte del staff de Bahía Basket. Antes, había estado en la selección argentina femenina, en categorías menores luego de ganarse su lugar cuando varias chicas de Lanús, su equipo anterior dónde fue campeona varias veces, eran citadas a las preselecciones.
La charla fue entretenida, la primera de un ciclo dedicado a las jugadoras del continente, para que sigan encontrando motivación y puedan recibir consejos de grandes entrenadoras como Cors.
“Cuando se une el talento con el estímulo salen cosas brillantes”
Comenzó explicando lo que la llevó a estar en la selección: “Uno va creciendo en la profesión y estudiando para estar listo cuando se presente la oportunidad. En el 2011, el entrenador del momento, se preguntaba porque a la preselección llegaban tantas chicas de Lanús, y me invitó a trabajar en conjunto en la albiceleste. Ellas trabajan, estaban bien estimuladas. El talento sin estímulo nunca es suficiente, el estímulo solo lleva a poder ser un jugador de entrenamiento. Cuando se une el talento con el estímulo salen cosas brillantes”.
“Mi primer día lo recuerdo con mucha alegría y nervios, representando al país, esperando nuevos desafíos y fuimos abriendo varias puertas. Se armó un lindo grupo, acompañando su proceso y creciendo todas, no sólo las que vemos ahora, como Florencia Chagas y Sofía Acevedo, si no muchas más que no me va a dar para nombrarlas a todas. Una generación que nos acompañamos en Sudamericanos siendo campeonas y participando en Pre-Mundiales y Mundiales”, resumió sobre sus ocho años trabajando en la selección.
“La constancia hace que si te ponés un objetivo y trabajás para ello puedas llegar”
Siguió con el pedido de la host, de marcar los valores que la llevaron a dónde está hoy, contó: “El deporte tiene muchos valores. La constancia, hace que se generen hábitos para ser perseverante y obtener lo necesario para poder ser jugador profesional, cuidarse de las lesiones, dedicarle horas al entrenamiento. La repetición genera ese hábito. Manu Ginóbili quedó afuera de las preselecciones pero mirá lo que fue su carrera, la constancia hace que si te ponés un objetivo y trabajás para ello puedas llegar. Detrás de cada uno de esos grandes hay historias de esfuerzos, historias de dejar de lado cosas, a ninguno les fue fácil”.
Un ejemplo del día de hoy, en Bahía Basket, es el base de la selección brasileña, Caio Pacheco: “Trabajo vitaminas con el y todos los días me dice que quiere comer algo rico, pero la conducta hace que no lo haga. Prioriza el cuidado del cuerpo para acompañarlas virtudes que tiene”. Pero tiene que haber un balance entre la etapa de jugador y la de formación: “el chico no tiene que privarse de poder ir a un cumpleaños por un entrenamiento, si las acomoda mejor. Porque se aprenden otras facetas, sociales, que también son importantes en el desarrollo de cada uno”.
“Que sea lo más lúdico pero sin perder la capacidad de enseñarles los distintos fundamentos”
Yendo hacia su trabajo cuando estuvo con las más pequeñas, expresó: “Las más chiquitas nos ven como maestras y tenemos que lograr que no pierdan la motivación. Uno se tiene que divertir, tiene que ser un juego para que aprendan. Que sea lo más lúdico pero sin perder la capacidad de enseñarles los distintos fundamentos. En esta etapa importa la coordinación, de los pases, los movimientos de pivoteo, las fintas, el desmarque y perfilarse. Es importante que lo aprendan de chicas para que después entiendan hacia dónde va el juego”.
Se ha ido modernizando con el correr de los años y hoy en día usa el celular como herramienta: “Pongo música en los entrenos, me tuve que bajar Instagram para desafiarlas de otra manera, mostrando vídeos de jugadoras reconocidas. Hoy vienen ellas y me retrucan la propuesta, trayendo otras acciones que practicaron en su casa que fulana subió días atrás. Es una forma de que ellas se sientan identificadas con una y formar un lindo grupo de intercambio”.
“Habiendo más lugares en los que se pueda abordar los diferentes aspectos del atleta saldrían más talentos”
El Dow Center, centro de Bahía Basket, es digno de admiración, contó como trabajan ahí con los planteles, no solo se pica la pelota si no que también se preocupan por la persona: “Nosotros trabajamos con personas, acá tenemos una sala de meditación para acompañar al desarrollo. Se empieza temprano con el kinesiólogo la movilidad, luego nos juntamos con la charla pre-práctica y entrenamos entre una y dos horas. Dependiendo la época se trabajan fundamentos o el juego en equipo. Hacemos fogones, dejamos la luz del centro de la cancha prendida y se hablan temas propias del equipo dónde todos opinamos. Como los chicos viven acá, es como una academia. A la tarde, hacemos vitaminas, que tienen que ver con lo vincular y la alimentación. Van a la sala de meditación, dónde se puede hacer mediante guiadas o con música relajada, también a veces prefieren hablar de la vida con alguno de nosotros. Para terminar, hay sesiones individuales, dónde junto al jugador se planifica que quiere mejorar”.
Su visión para agrandar el número de jugadoras que hay: “Con más lugares como estos, dónde los jugadores y jugadoras están mucho tiempo trabajando sobre si, se mejoraría mucho el desarrollo. Sobre todo en femenino, que no hay ningún lugar de este tipo. Habiendo más lugares en los que se pueda abordar los diferentes aspectos del atleta saldrían más talentos”.
Para lograr ese cambio, reflexionó: “Primero hay que hablarlo, visualizarlo para poder ponerlo en marcha. Las mujeres estamos peleando por más espacios, cada vez hay más practicando distintos deportes, más entrenadoras, más periodistas. Estamos pensando en cantidad y por consiguiente en calidad. Esto hace que se animen a entrar más mujeres porque es común verlas actuando. Quimsa, por ejemplo, que era un club sólo de hombres, replicó el proyecto en mujeres y se quedó con el título los últimos años. Obras Sanitarias también, faltan pero se va por el camino correcto. La cantidad ayuda, cuando Estados Unidos preselecciona, hay más de 200 jugadoras entrenando, acá elegimos entre 25-30, eso ayuda a poder elegir mejor”.
“El deporte no termina, si vos lo dejaste podés encontrar un lugar por otro lado. Como entrenadora, nutricionista, se puede estar en otro rol. Si alguna vez tuvieron ganas se puede empezar, mi consejo es empezar de abajo, con las categorías más chicas. Se necesitan muchas personas para gestionar un grupo, el entrenador del femenino generalmente se encarga de más cosas además de dirigir por lo que el lugar para sumarse está”, comentó luego de hacer hincapié en la cantidad de jugadoras que dejan el básquetbol para ser mamás, porque se casan o para estudiar.
“El perder es un punto de oportunidad más grande para aprender”
Sobre la derrota y su rol, analizó: “En la liga pasada nos tocó perder varios partidos. Empecé a leer del tema y me encontré con muchas cosas y reflexioné de todas las veces que había ganado. Cuando ganas no pensás en los errores, primero te enfocas en la alegría, en festejar, luego si pensás en eso pero desde otro lugar. Cuando perdés, perdés y perdés, buscás tantas estrategias que aprendés, se analiza más profundo el error. El perder es un punto de oportunidad más grande para aprender. El análisis no es superficial como cuando ganas, vas hasta el último detalle, en cancha y afuera, desde que te levantaste hasta que te acostaste, individual y colectivamente. En las situaciones límites salen las personalidades”.
Pese a ser pocas existe una conexión con el resto de las entrenadoras, contó: “Por mi personalidad antes era tímida y no me relacionaba tanto con entrenadoras de otros países. Pero con la pandemia, nos hemos conocido virtualmente y nos empezamos a compartir material y conocimiento. Hoy tenemos una agrupación de entrenadoras de toda América, formamos un consejo directivo para seguir construyendo. Estamos organizando un encuentro que se va a llamar ‘Mujeres de América’ que iremos haciendo en Argentina, México, Brasil. La pandemia nos ayudó a unirnos, a conectarnos y a visualizar problemas que hemos tenido a lo largo de nuestra carrera entrando en lugares que eran ocupados por varones”.
Llegando al final, se abrieron los comentarios para las preguntas, este humilde servidor quiso ser parte y preguntó: ¿Como se acompaña el proceso de cambio de mentalidad desde el juego, al entrenamiento y al profesionalismo siendo el femenino pocas veces profesional?: “El básquet femenino en Latinoamérica no está profesionalizado al 100%. Son muy pocas las jugadoras que viven del básquetbol, por lo que las que tienen un gran nivel emigran y terminan jugando en Europa o en otros países. Hay que seguir apostando, estamos mejor que ayer y necesitamos estar mejor de manera progresiva. Tiene que ver con todo lo que hablamos antes. Ahora se está empezando a ver el femenino, salen jugadoras, entrenadoras que ayudan a motivar a gente que arma equipos masculinos para que también los armen femeninos”.