Nació en Estados Unidos, pero vistió los colores celestes de Uruguay en la Conmebol sub 17. Conoce la historia de Florencia Bartholomai en Salimo’.
Viviendo actualmente en Atlanta, ciudad del estado de Georgia en Estados Unidos, Florencia recuerda que cuando le confirmaron la citación “estaba muy feliz”. Dejó todo para poder defender a la selección uruguaya a pesar de no haber nacido en territorio uruguayo.
Florencia Bartholomai nació en Estados Unidos, su madre es uruguaya, pero vivió poco tiempo en el país, ya que con su madre (abuela de Florencia) se fueron a Argentina, donde conoció a su marido que es norteamericano, pero con padres argentinos. Una familia con muchas nacionalidades.
Tan literal es que dejó todo, que paralizó sus estudios en la mitad y “mi madre dejó el trabajo para acompañarme”. Pero, como afirma la madre: “era una oportunidad única”.
En principio pensaron en que podía continuar los estudios de forma online, pero se enteraron que “el sistema no permite conectarse desde una computadora de afuera de Estados Unidos”, por lo que tuvieron que desertar esa opción. Sin embargo, a pesar de haber cortado los estudios, “después me vuelvo a registrar y me pongo al día”.
Esto no hubiese sido posible si no fuera gracias al apoyo de su familia, “me siento muy apoyada, mi padre es fanático del fútbol, está muy feliz y orgulloso. Es un sueño para él. Es muy loco todo lo que han hecho mis padres por mí, mi madre dejó el trabajo para venir, alquilamos un apartamento acá, son muchas cosas en poco tiempo”.
Su madre, María Ponce de León, muy emocionada por el orgullo que tiene con su hija agregó “ella muestra mucha pasión por el fútbol, le pone 100% a esto, no solo jugar, sino a lo mental, aprende y estudia mirando partidos. No le podemos cortar las alas, es lo suyo. Estamos haciendo todo lo posible para que salga adelante y llegue a donde quiera llegar”.
Esa pasión por el fútbol surgió de chiquita, pero se incentivó practicando “realicé muchos deportes, hasta que me di cuenta que me fascinaba el fútbol”.
Foto: Conmebol
Florencia Bartholomai, tiene un sueño “quiero ser jugadora profesional, jugar en la Division 1 de Estados Unidos y estudiar Diseño Gráfico”. Además, aprecia y tiene como ejemplo a seguir a “Becky Sauerbrunn que juega en Portland Thorn FC y a Jhon Stones del Manchester City”.
Actualmente se desempeña en el United Fútbol Academy de Estados Unidos, pero en su país va a tener doble competencia. Esto debido a que, en la primavera norteamericana, juegan para los liceos también, entonces ahora no solo va a defender a su club, sino que también al liceo los martes y viernes.
Bartholomai afirma que le “encanta ser zaguera”, aunque no siempre jugó ahí. “Cuando tenía 11 años me pusieron en el medio, después jugué de lateral, hasta que una zaguera se lesionó y pasé a la
defensa”.
Además, agregó “mi familia piensa que tengo que jugar más adelante, pero a mí no me gusta. Creo que no soy buena en el medio” en ese momento la madre acotó “pero cuando jugabas en el medio hacías muchos goles” a lo que Florencia con una sonrisa en su rostro, desmintió con la cabeza.
Se define como hincha de Atlanta United en Estados Unidos y de Manchester City a nivel mundial. Sin embargo, su estadía en la selección uruguaya hizo que “mis amigas me querían hacer hincha de Peñarol”. Pero, pudo ver poco fútbol local, ya que “en el apartamento no teníamos cable”.
Esas amigas que consiguió con el grupo humano que se generó para la Conmebol sub 17, ella las define como “muy amables, simpáticas, graciosas, no se quejan de nada y son muy divertidas”.
Ese grupo humano lo integró el cuerpo técnico encabezado por Daniel Pérez, a quien definió como “muy bueno, positivo. Es muy buena persona. Sabe mucho, en los partidos teníamos una estrategia según el rival. Daniel siempre fue muy positivo con los comentarios, nunca te hacía sentir mal cuando cometíamos un error”.
Foto: Conmebol
Justamente eso fue lo
que más resaltó: “Me encantó, la sensación de equipo, los entrenadores eran parte del mismo”.
Uruguay quedó eliminado ante Colombia en la última fecha de la fase de grupos, algo que lo sintió mucho Florencia Bartholomai, al punto que “estuve muy triste, no quería dejar el equipo. Sabía que con eso se terminaba estar con el grupo. Cuando empezó todo esto y viendo como era el equipo, pensamos que íbamos a seguir. Merecíamos más. Pensé que podíamos ir al Mundial, éramos muy optimista, teníamos un muy buen equipo”.
Sin embargo, en su vuelta a Estados Unidos recordó que “me llevo muchas nuevas amigas, que me encanta. Una experiencia única y que no mucha gente puede experimentar. Haber salido de mi zona de confort, hablando otro idioma. Aceptar que está bien, no estar bien todo el tiempo”.
Además, rememoró una experiencia con sus compañeras: “teníamos una canción de la cucaracha que cantamos y bailamos con el equipo”. También agregó: “ellas hicieron una canción, le cambiaron la letra y cuando íbamos a los partidos la cantábamos”.
Sin lugar a dudas, fue “una experiencia única” para Florencia, que afirmó: “volvería a jugar por Uruguay. Dejó todo en un segundo por volver”.