En el segundo episodio de “Entrometido”, el podcast que conduce Martín Mayora, se trató el tema de la salud mental, con Alfonso Arrillaga como invitado.
Tras una primera charla con Fernando Martínez, donde se tocaron los temas más diversos de forma muy dinámica e interesante, Mayora, quién además de ser jugador de básquetbol está al borde de recibirse como médico, invitó a su colega, que fuera diagnosticado con depresión hace unos meses, a profundizar sobre este tema del que poco se habla.
Tras contar sobre sus inicios en el deporte y sus estudios, donde se recibió como Licenciado en Educación Física, Arrillaga comentó: “A fines de 2020 empecé a sentir que no me daba la cabeza para decidir cosas del día a día, si usaba una remera blanca o negra. En enero de 2021 vi que, aunque soy de levantarme temprano, tenía ganas de quedarme acostado. Lo tomé como un cansancio, pero me empezó a pasar más seguido, no entendía lo que me pasaba. En mi familia hay antecedentes de depresión, tuve la suerte que estuvieran un poco más alerta y me hicieran consultar”.“
“Contarlo fue, personalmente, de lo más difícil, la etapa que más me costó. Estaba jugando en Sayago y mis compañeros no sabían nada, el cuerpo técnico estaba al tanto porque tengo mucha confianza con ellos. Tuve un episodio, en una práctica, un malestar que escapó a mí. Hasta el momento venía disimulando muy bien. Me fui al vestuario, pero cuando se me pasó, sentí que quería contarlo”, relató el floridense sobre el paso de comenzar a hacer público lo que estaba viviendo.
Alfonso también habló desde su rol docente, siendo profe de las formativas de Tabaré: “Trato de darle esa vuelta de tuerca a la relación, conectar con la persona. Antes de mejorar la fuerza o la agilidad, conocer el entorno, cómo es su familia, recolectar información a tener en cuenta. Después uno va afinando el ojo para poder darse cuenta. Intento preguntar, pero a veces no lo preciso, puedo incentivarlos a hablar: Me gusta tener ese rol y no me hace salirme de mi trabajo”.
En la continuidad se habló sobre el rol de la sociedad, que muchas veces actúa sólo en momentos agudos, así como de los clubes deportivos y cómo podrían hacer algo realmente para trabajar realmente en la salud mental.
Sobre el cierre, el jugador contó cómo está hoy día: “Me quedan 20 días con la medicación, que siempre ha sido mínima. Siento que volví a ser Alfonso de hace dos años, eso es muy lindo. Trato de mirar para atrás y acordarme cómo estaba hace unos meses y valorarlo. Me dejó muchísimo aprendizaje, sobre todo acerca de qué es realmente importante para gastar tiempo energía, y que no”.