Urupán derrotó a Cordón y se quedó con el tan ansiado ascenso a la Liga Uruguaya 2021/22. Tras el encuentro, charlamos con Agustín Cáffaro, figura del pandense a lo largo del certamen.
“Estoy realmente muy contento. Como ya he dicho, Urupán me dio la posibilidad de volver a jugar al básquetbol en un contexto muy difícil, porque la verdad que fueron meses muy jodidos, donde nadie sabía lo que iba a pasar. Por suerte allá por agosto surgió esta posibilidad y no lo dudé”, comenzó diciendo el argentino.
A lo que agregó: “Sabía que venía a un equipo de jóvenes que corrían la cancha y se pasaban la bola, y la verdad que a mí me gusta mucho jugar a eso. Por ahí alguno esperaba que hiciera treinta puntos por partido, pero no vine a eso, yo vine a jugar al básquetbol y creo que quedó demostrado. Hubo partidos que me tocó hacer cinco puntos, otros que me tocó hacer treinta, pero lo importante era ganar y casi siempre lo conseguimos. El equipo se merecía esto”.
“Creo que a lo largo del torneo pudimos demostrar lo que teníamos para dar adentro de la cancha, y sirvió para hoy alcanzar el objetivo, así que estoy muy contento, de estar acá en Uruguay y de defender a toda una ciudad como es Pando, y de poder dejarlos en la Liga Uruguaya”, continuó diciendo el subcampeón mundial, tras cumplir el anhelado objetivo del ascenso.
En cuanto a los aspectos que diferenciaron a Urupán de los demás equipos, comentó: “Disfrutamos del juego, esa fue la clave. Nadie quería encargarse de todo ni ser el héroe, un día me tocaba a mí, otro día le tocaba a Nicola (Pomoli), otro a Fede (Soto)… Creo que todos tuvimos muy buenos partidos a lo largo del certamen y pienso que eso nos diferenció, porque no buscamos solo a un jugador, sino que siempre podía aparecer uno diferente. Esa fue nuestra identidad de juego, y lo que nos permitió hoy estar celebrando el ascenso”.
Sobre la remontada, expresó: “Cuando perdimos el primer partido de la serie, sabíamos que teníamos que volver a ser el equipo que acabó la fase regular con récord casi perfecto. Todos juntos pudimos sacar la cara por el equipo y logramos dar vuelta una serie muy reñida ante un grandísimo rival”.
“De Uruguay me llevo amigos y un gran grupo humano, también la felicidad de lograr mi primer ascenso y sobre todo la felicidad de poder volver a jugar al básquetbol en una situación sumamente compleja, donde el mundo entero estaba paralizado. Por suerte yo tuve esta posibilidad y estoy muy feliz por eso, la verdad que soy un agradecido”, concluyó.