Soñar no cuesta nada

El partido comenzó sin mayores sobresaltos, Cerro se adueñaba del esférico pero no lograba incomodar a la defensa darsenera que una vez que recuperaba el balón intentaba rápidamente salir en transición con pases directos pero no estaba para nada fino a la hora de trasladar el balón. No fue hasta los 27 minutos que luego de un gran cabezazo de Matías Arezo en el primer palo, Rodrigo Formento metió una muy buena tapada pero en el rebote Nicolás González fue más rápido que todos y mandó la pelota al fondo de la red para inaugrar la cuenta en el Saroldi. Luego del gol, Cerro se adelantó en el terreno de juego, pero pese a seguir dominando la posesión no lograba generar peligro en el último cuarto de cancha y River comenzó a aprovechar los espacios generando varias situaciones claras que, de no ser por la fantástica performance de Formento, le hubieran significado ampliar la ventaja en el marcador. Cuando todo hacía indicar que nos íbamos al descanso con victoria del dueño de casa, Maicol Cabrera atacó el rebote luego de un tiro de José Luis Tancredi y con un disparo rastrero al primer palo puso en tablas el marcador.

En el complemento, la figura de Formento comenzó a crecer a pasos agigantados, convirtiéndose en una de las pocas explicaciones por las que el partido se mantenía igualado. Pero en la primera chance de Cerro en el segundo tiempo, Tancredi condujo la pelota por el eje central y en la entrada del área sacó un zapatazo que se colgó en el ángulo, golpeando a River en el mejor momento del partido y adelantando al villero en el tanteador. Cuando todo parecía perfecto para Cerro, Bryan Bentaberry llegó muy a destiempo sobre Luis Quintana y le dio la chance a River de volver a igualar el partido desde los 11 pasos, pero pese al buen remate de Matias Arezo, Rodrigo Formento volvió a salvar al cerrense (una vez más y van…). El penal fallado diezmó desde lo anímico a River y le permitió a Cerro, no sin sufrir, llevarse tres puntos vitales en el descenso.