Aquella mañana del 23 de Octubre en Malasia, no fue una mañana más, ese día quedó marcado en la historia del motociclismo mundial.
Era una carrera más como cualquier otra, pero hasta que sucedió la tragedia, el joven piloto italiano de Honda, Marcos Simoncelli perdió el dominio de su moto y cayó en el asfalto del Circuito de Sepang. Dónde fue envestido por Colin Edwars y su amigo Valentino Rossi, quienes nada pudieron hacer para evitar atropellarlo.
Pippo tuvo traumatismos varios, lo que le produjo un paro cardiorrespiratorio y perdió la vida instantáneamente.
Simoncelli corrió en moto 125cc, 250cc, y MotoGP hasta el día de su muerte. Fue campeón en 250cc logrando 14 triunfos, 32 podios, 15 poles, y 9 vueltas rápidas durante su carrera.
SuperSic como se lo conocía era criticado por su forma de manejo muy agresiva, y tenía muchos encontronazos con Jorge Lorenzo en la previas de cada gran premio.
Esta no fue la primera tragedia en el mundo del motociclismo, Santiago Herrero, Jarno Saarinen, Renzo Pasolini, Nobuyuki Wakai, Shoya Tomizaw, son algunos de los pilotos que no sobrevivieron al asfalto del mundial de motos.
Franco Uncini delegado de seguridad del MotoGP, ex piloto que sufriera un accidente algo parecido declaró en rueda de prensa.
“Por desgracia no podemos hacer nada para cambiar la fatalidad, nos quedamos indefenso ante ellos y solo queda aceptar lo que viene”.
En las próximas semanas se cumplirán siete años de la tragedia y allí en la curva 11 del circuito de Sepang, como todos los años será homenajeado por sus amigos, familiares, pilotos y escuderías.
La frase:
“Queda seguir adelante, para recordarlo y continuar en su honor.” Valentino Rossi