Brasil venció a Uruguay por 3-1 en la segunda fecha del Preolímpico disputado en Colombia.
El elenco celeste sabía que se enfrentaba a uno de los mejores equipos del certamen y al rival más duro del grupo, por lo que la concentración debía ser primordial y tratar de evitar cometer errores se antojaba imprescindible. Pensando en este choque, Gustavo Ferreyra ensayó dos cambios, en los que Carlos Benavídez y Joaquín Piquerez le dejaron su lugar en la oncena inicial a Juan Sanabria y Francisco Ginella, buscando más manejo del balón.
El primer error uruguayo fue desaprovechar una chance de gol debajo del arco, donde Juan Ramírez marró increíblemente definiendo contra un palo.
Goles errados son goles en contra, y Pedrinho le ganó a todo el fondo dormido de Uruguay tras un centro de Anthony para abrir el marcador apenas comenzado el juego. Si eso parecía cuesta arriba, un tonto error de Sebastián Cáceres, casi amateur, derivó en penal para Brasil que Matheus Cunha transformó en el 2-0 parcial.
Los segundos 45 minutos no trajeron demasiadas variaciones, y ni siquiera los cambios en la celeste podían evitar seguir fallando goles debajo de los tres palos. Esta vez fue Santiago Bueno quien sin oposición logró algo muy difícil: errarle a la valla brasileña a menos de un metro de distancia.
Sobre el final, Pepê en un contragolpe marcó la goleada pero el mismo Bueno con un cabezazo puso el tanto de honor oriental.
El ingreso de Federico Viñas fue positivo y se antoja como un posible candidato a la titularidad el próximo sábado cuando a las 20:00 horas Uruguay se mida a Bolivia, con la mira puesta en la clasificación donde sigue dependiendo de sí mismo.