Sabor a poco

El encuentro comenzó con un Bolívar que sorprendió a todos y salió a presionar arriba, pero duró verdaderamente muy poquito, Wanderers se afianzó dentro del campo de juego y manejo la pelota a su manera, atacando siempre por las puntas, aprovechando la velocidad de Leonardo Pais y Nicolás Quagliata. De esa forma, desbordando por las puntas, el juego del Bohemio era muy claro, intentar buscar el centro a la cabeza de Méndez o López y que de esa manera llegara el gol. Luego de unos 25 minutos sin jugadas claras de gol, los de Carreño se empezaron a soltar más y tener más confianza y empezaron a llegar las primeras ocasiones las cuales no pudieron terminar en gol. La más clara de todas fue un tiro de Méndez que dio en el travesaño. Al conjunto boliviano le costó tener la pelota y poder generar juego. Por su parte, Wanderers de la mano de un Quagliata totalmente encendido, generaba siempre jugadas interesantes. A pesar de merecer más, el primer tiempo terminó sin goles y Bolívar seguía sacando un muy buen resultado.

En la segunda mitad Wanderers fue totalmente superior, no hubo una sola jugada del conjunto boliviano en los 50 minutos que se jugaron. Tras insistir e insistir, a los 54 llegó el gol de Kevin Rolón que abría el marcador y le daba un desahogo a todo el equipo que veía como pasaban los minutos y el gol no llegaba. Luego del gol, el partido tuvo siempre la misma tónica, jugada de Wanderers una y otra vez, Carreño hizo cambios en ofensiva a pesar de ir ganando porque siempre supo que el 1-0 quedaba corto. No solo por lo que era el partido y su rival, sino pensando en el partido revancha. Una falencia que tuvo el equipo local fue desaprovechar lo malo que fue Bolívar en el juego aéreo, todo el partido perdieron por arriba, faltó que algún cabezazo entrara al arco. No solamente la ineficacia del bohemio fue responsable del corto resultado, sino Javier Rojas, el golero de Bolívar que tuvo dos tapadas claves y muy buenas.

Hasta el último segundo los dirigidos por Carreño intentaron convertir ese segundo gol que diera aún más calma, pero Bolívar hizo todo lo contrario. Aún perdiendo, aguantó la pelota y sacó el mayor tiempo posible en cada pelota quieta. El resultado termina siendo injusto para Wanderers que jugó un partido muy bueno, que fue de menos a más y necesitaba tomar revancha luego de lo sucedido el viernes pasado.