Foto Globoesporte
Con gol del futbolista de la selección de Brasil, Liverpool alzó por primera vez en su historia el Mundial de Clubes tras derrotar a Flamengo por 1 a 0 en tiempo suplementario.
De inicio fue un partidazo, con un tiempo para cada lado. El propio Roberto Firmino tuvo una chance clara al minuto de juego, e instantes después, Arnold sacó un bombazo que pasó pegado al palo derecho. El equipo sudamericano se afianzó en la mitad del primer tiempo y comenzó a llegar una vez tras otra, teniendo a Bruno Henrique como gran figura, pero el balón no entró.
Y en el complemento, otra vez sucedió lo mismo. Cuando corría un minuto de juego, Firmino tiró un sombrero dentro del área, disparó con potencia y la pelota se estrelló en el palo, para luego cruzar en paralelo toda la línea y salir. De ahí en más el físico empezó a pasar factura y no llegaban con tanta facilidad como en la primera mitad.
Sobre el final del partido, Henderson tiró al ángulo pero Diego Alves voló para sacarla, y en los descuentos se produjo la acción más polémica del encuentro. Sadio Mané se fue mano a mano con el arquero, pero cuando fue a rematar, Rafinha lo bajó y el árbitro cobró penal. Con la ayuda del VAR, el juez observó que el toque había sido afuera del área, y que tampoco había existido falta del lateral sobre el extremo senegalés, lo que resultó en un tiro libre para Flamengo.
Así se fueron al alargue. Sin goles y con mucho desgaste por parte de ambos. Cuando todo hacía indicar que el juego se definiría por penales, Firmino en el minuto 97 anotó un golazo tras sacarse de encima a un zaguero y al guardameta de Brasil, para definir en soledad y darle al Liverpool la posibilidad de romper con la sequía.
El puntero de la Premier League cortó con una racha de cuatro finales consecutivas sin poder obtener el título. En 1979 y 1978 no se presentó, mientras que en 1984 cayó a manos de Independiente y en el 2005 volvió a perder con San Pablo. Primera copa para los dirigidos por Jurgen Klopp en este ámbito.