Foto: Carlos Hugalde
Daniela Larrosa puso punto final a su carrera y emocionó a los presentes en el CEFUBB. Luego de una vida junto a Aguada, la pivot decidió no seguir y habló con Salimo´.
Aguada terminó cuarto en la Copa de Plata de la LFB, en un año atareado para las jugadoras que entre otras cosas, salieron a vender pizas para poder jugar. Larrosa no fue ajena a eso y fue una de las referentes para que el equipo vuelva a estar en cancha. Una vez terminada la temporada y las cosas encaminadas, a sus 41 años decidió dejar de jugar profesionalmente.
Sus primeras palabras una vez terminado el partido, “Es un conjunto de emociones, por segunda vez porque a los 18 años ya había decidido dejar de jugar. Después de 20 años volví de vuelta pero ahora va a ser definitivo el retiro. Contenta y feliz de estar acompañada con los niños y el equipazo que tuvimos“.
Tantos años atrás de la pelota, “Nunca me desvinculé del basket, ver crecer a mis hijos en las canchas me dieron ganas de volver y lo disfrutamos juntos todos los días junto a Álvaro (Taibo) también“.
Una familia basketballera, los hijos en formativas, Taibo en Auriblanco, hija de un ex jugador y de una ex secretaria de deportes, “Somos una familia del basket. Mis hijos, mi esposo, mis suegros, mis padres. Todos amantes del deporte, es hermoso compartir. La familia del basket es divina“.
Su amor por Aguada, “¿Que significa Aguada para mi? Aguada me corre en la sangre. Nací con los colores en las venas y los llevo con orgullo“.
Daniela tuvo su último baile, ¿el de Álvaro estará cerca?, “Yo no me quiero meter en su vida… (entre risas con los hijos que la acompañaron). El no se va a retirar, va a seguir en veteranos muchos años más“.
Como amantes del basket, también lo comparten en la plaza, “Vamos los sábados y domingos a la plaza a jugar. Es una fija que tenemos“. El menor de los Taibo-Larrosa, con una sonrisa dijo que el ganaba seguido.