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El Liverpool de Jürgen Klopp se coronó por sexta vez en su historia como campeón de la UEFA Champions League, tras vencer por 2-0 al Tottenham en el Wanda Metropolitano de Madrid. En un partido con poco atractivo para el desglose, el conjunto red se impuso con justicia ante los ‘spurs’ de Mauricio Pochettino gracias a los goles del egipcio Mohamed Salah vía penal y el belga Divock Origi fulminándolo todo cerca del final del partido.
La previa ameritaba todo para que el Liverpool y el Tottenham protagonizaran un encuentro sumamente candente como los que estamos acostumbrados a ver cada fin de semana en una jornada de Premier League. Ambas escuadras llegando en la plenitud física de sus jugadores y dos ideologías de juego completamente distintas. Desde el planteo táctico, hasta lo filosófico en términos de Fútbol.
Una vez iniciado el encuentro, bastaron simplemente 25 segundos de juego para que Moussa Sissoko ocasionara un sorpresivo penal, luego de haber puesto el brazo para que el juez esloveno, Damir Skomina, oficializara la pena máxima. El encargado de la ejecución desde los doce pasos, Mohamed Salah, no perdonó. Y tras un fulminante fusil que rompió las redes del francés Hugo Lloris, puso arriba a los de Klopp al minuto de partido. El gol que enmendó su participación en la final anterior que no pudo completar tras irse lesionado en aquella derrota en Kiev ante el Real Madrid.
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La primera mitad del partido terminó mostrando una rareza de que el Tottenham se fuera al descanso con un 65% de la posesión de balón pero sin intentos al arco de Alisson Becker. Algo que cambiaría en el complemento. Los ‘spurs’ fueron un poco más tajantes en los segundos 45 minutos con más intentos. Aún así, los de Pochettino no pudieron concretar las más claras, aún poniendo al recambio vital de Lucas Moura. El portero brasileño estaba en su noche y no había nada que lo detuviera en el Wanda.
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Y como dice el dicho: “Goles que no haces, goles que te hacen”, el Liverpool aprovechó el ímpetu para liquidar el marcador. Tras una pelota parada desde el córner y una serie de rebotes, sería Divock Origi quien daría el tiro de gracias para coronar por sexta ocasión a los ‘reds’ como campeones de Europa en tierras ibéricas. La exposición de solidaridad de Klopp en toda la campaña congenió con el lema del club: “You’ll never walk alone” (“Nunca caminarás solo”), rindiendo sus merecidos frutos.
Liverpool: Alisson Becker; Trent Alexander-Arnold, Joel Matip, Virgil Van Dijk, Andrew Robertson; Fabinho, Jordan Henderson, Georgino Wijnaldum; Mohamed Salah, Sadio Mané y Roberto Firmino.
Tottenham: Hugo Lloris; Kieran Trippier, Toby Alderweireld, Jan Vertonghen, Danny Rose; Moussa Sissoko, Harry Winks, Dele Alli, Christian Eriksen, Son Heung-Min; Harry Kane.