De Colonia a Montevideo, saliendo al mundo en búsqueda de su desarrollo. Con una estatura llamativa pero los pies bien puestos sobre la tierra, otra joven promesa de nuestro básquetbol contó su historia a Salimo’.
“Empecé a jugar de grande, a las 14 si no me equivoco, hacía un par de años que no estaba haciendo nada y un día en educación física nos pusieron a jugar y me gustó” comenzó contando sobre sus inicios con la naranja, que lo llevaron a buscar un club en Colonia: “Ahí fue donde empecé a ir a Juventud que fue donde di mis primeros pasos y cada vez le fui agarrando más el gusto”.
Mariano resalta por sus 2.05 de estatura. A la hora de describirse como jugador, dice: “Todavía no tengo un puesto definido por completo, pero me gustaría desarrollarme como alero o cuatro abierto, que es en el puesto que juego ahora, son los puestos donde más disfruto y me siento cómodo”.
“Me gusta poder abrirme a tirar y para eso estoy puliendo de a poco el tiro de tres”, contó sobre su área de mejora, que le daría un gran salto de calidad.
En 2019 tuvo la oportunidad de viajar unos meses en Barcelona, donde jugó en Manyanet de Molins: “Mi pasaje por España se dio a través de Rodrigo De Armas, que fue el técnico que me hizo descubrir la pasión por esto. Él tiene un amigo, Diego Martínez, dirigiendo allí. A través de fotos y videos me conoció y me invitó a ir un tiempo para allá”.
“Fue una experiencia corta pero muy linda en lo personal, conocí gente nueva y aprendí muchas cosas que me ayudaron bastante como persona” comentó sobre esa primera salida al exterior.
Tras su regreso, dio el paso y se vino a Montevideo a seguir su desarrollo deportivo, llegando a las formativas de Defensor Sporting: “Antes de irme, yo había ido un par de veces a probarme, pero como era de Colonia y estaba con el liceo allá, no podía venir con frecuencia”.
“Después que volví de España fue cuando decidí venir a Montevideo a hacer 6° de liceo acá y poder jugar a un mejor nivel para poder progresar”, contó Mariano.
A pesar de dicho paso, la pandemia no le permitió entrenar ni competir como buscaba, por lo cual decidió buscar otras opciones para seguir progresando: “Hace un tiempo me propuse buscar alguna posibilidad de jugar en el exterior, porque al estar toda la competencia de acá parada, no estaba sumando mucho a mi desarrollo. Me puse en campaña con eso y fue Jesús Rostán el que me consiguió lo de la academia, que me pareció una oportunidad que no podía dejar pasar”.
Jounes viajará en agosto a la DME Academy en Daytona Beach, en primera instancia para realizar unos meses de Post Grad: “El objetivo principal que tengo es poder desarrollar mi juego en un mejor nivel, creo que es necesario para poder lograr una diferencia. Como jugador no he tenido mucha experiencia como la que me gustaría y me parece que esta oportunidad va a ser buena para mi desarrollo tanto en la cancha como en lo personal”.
DME es una institución polideportiva, con un gran complejo multicanchas, donde recientemente han pasado varios jugadores latinoamericanos de destacada proyección. Si bien seguir el camino universitario es una posibilidad, Mariano no lo ve como la única opción: “En un principio me gustaría ir y vivir la experiencia de jugar allá. Después, en base a esa experiencia, poder elegir qué hacer”.
“En caso de querer buscar un desarrollo en el exterior más largo sí, estaría bueno poder seguir en el camino universitario, creo que es algo que a todos nos gustaría poder hacer”, agregó al respecto de la posibilidad de seguir en Estados Unidos.
Para terminar, le consultamos por sus sueños en el deporte, pero explicó: “La verdad no soy de proyectar cosas a largo plazo, prefiero disfrutar cada momento y que las cosas se vayan dando”. Sin embargo, no niega lo que todo joven de su edad imagina: “Jugar en Europa o en la NBA es un sueño para cualquiera que juegue al básquet, así como tener el privilegio de vestir la camiseta de la Selección”.