Con apenas 15 años, muchas experiencias y expectativas, llama la atención cada vez que está en cancha. En “Hay Futuro” conversamos con Guzmán Vasilic, uno de los grandes proyectos uruguayos, que se desarrolla en Sporting.
Foto: Tony Firriolo/NBAE via Getty Images
A pesar de su herencia basquetbolera, casi por casualidad Guzmán se cruzó con la naranja ya entrando en la preadolescencia: “Arranqué cuando tenía 10 años, si bien mi padre había sido jugador de básquet yo nunca había tenido contacto con el juego y ni siquiera me gustaba, pero un día probando deportes mi madre me llevó a Deportivo Maldonado y a partir de ahí no paré”.
Un año más tarde, un problema de la Liga Fernandina lo hizo tomar la decisión de venirse a la capital :“Parecía que la liga de Maldonado no iba a jugarse y eso, sumado a las ganas de mi hermano de venir a probarse a Montevideo, nos hizo llegar a Sporting”.
“Apenas llegué al club me recibieron muy bien, había un ambiente muy agradable y además me daban la posibilidad de seguir viviendo en Maldonado y viajar los fin de semana para los partidos, cosa que a mi familia le servía mucho” explicó sobre el por qué de elegir al fusionado por sobre tantos otros clubes.
En lo deportivo, Guzmán encontró resultados inmediatos, con una adaptación digna de admirar: “Llegué a Sporting con muy poco tiempo de básquetbol y prácticamente arranque mi formación acá, yo nunca había destacado en Maldonado y Montevideo fue otro mundo”.
Más tarde, optaron por mudarse definitivamente a la capital: “Fue complicadísimo, pero mirando hacia atrás fue la mejor decisión que podíamos tomar”. Por otro lado, aclara que su adaptación no hubiera sido posible sin el apoyo familiar, especialmente de su hermano Tommy: “Si no fuese por él yo no estaría donde estoy ahora, ni como persona ni como jugador. Siempre me dio su apoyo y si no fuera por el respaldo de mi familia yo no sé ni dónde estaría”.
Foto: Ryan Stetz/NBAE via Getty Images)
Su amor por el deporte y la felicidad que le genera estar dentro de la cancha nunca le permitió ver el básquetbol como un oficio: “Yo vivo para jugar al básquetbol, me divierto demasiado, disfruto cada entrenamiento y eso hace que me lo tome muy en serio pero por el simple hecho de que disfruto desafiarme a mí mismo y jugar cada día contra gente mejor, creo que eso va de la mano con ser profesional”.
Aún así, reconoce que: “El trabajo del club sólo no alcanza, creo que desde ir a tirar antes de las prácticas, hasta las cosas que haces afuera de la cancha como controlar la alimentación o intentar informarte todo el tiempo de básquetbol o mirar partidos también son claves para lo que vas a rendir después dentro del campo”.
La experiencia de participar en el JR NBA le permitió compararse con gente de otro nivel y seguir trabajando para dar cada día su mejor versión: “Allá se jugaba un básquetbol más real, entrenábamos cosas que nunca había hecho acá y se jugaba para ganar”. Además agregó: “Me sirvió para compararme a nivel internacional, darme cuenta de mis posibilidades y sobre las cosas que debo mejorar”.
Foto: FUBB
Guzmán también tuvo la chance de jugar el Sudamericano U14 en 2019, donde fue una de las grandes figuras de la celeste: “Está bueno jugar esta clase de torneos porque enfrentas diferentes culturas de básquet y ves que cada equipo tiene su identidad”.
“La gran diferencia es que acá no se le da a los jóvenes la oportunidad de formarse en primera, son pocos los cuadros que realmente le dan la chance a sus jugadores de formativas de tener su espacio en el primer equipo” acotó Guzmán sobre lo que percibió en comparación con otros medios.
Con 1.96 metros de estatura, a la hora de referenciarse como jugador, se define como un base con un muy buen tiro de tres puntos, buen uno contra uno y una buena lectura de juego, pero reconoce que: “Debo mejorar mis pases y aprender a jugar más en equipo”.
Además, nos habló de cómo lleva sus estudios y cómo compagina su vida estudiantil con el deporte: “Aprendí a gestionarme y si bien a veces es un poco estresante creo que lo llevo bien”.
Ya sobre el final , contó sobre sus objetivos: “A corto plazo quiero seguir mejorando y seguir disfrutando del básquetbol, a largo plazo no se que me deparará el futuro pero me gustaría ir al exterior porque sería aumentar el nivel. Creo que sería un cambio muy positivo para mi”.