Continuamos con la previa clásica, y ahora charlamos con Rubén Sosa, símbolo del tricolor, con destacadas historias del duelo más importante de nuestro fútbol. Vivencias, recuerdos y la opinión sobre lo que puede suceder, todo en esta nota.
Rubén Sosa, mejor conocido como “El Principito”, brilló en la década del 90′ en Italia en equipos como Lazio e Inter. A sus 31 años, regresó al fútbol uruguayo para jugar en el club de sus amores. 1998 fue el año bisagra para que Nacional pudiera cortar el sexenio de Peñarol. En dicha campaña, Sosa fue clave para el tricolor, siendo su mejor jugador y goleador del torneo. Un delantero que le devolvió las alegrías a un pueblo albo que hacía años no podía festejar un título.
Comenzamos con la clásica pregunta para un partido de este calibre, ¿Hay favoritos en los clásicos? : “No, los clásicos siempre los tomamos como un partido muy importante, es el partido del año. Yo creo que son momentos en que si no ganas el campeonato y ganas los dos clásicos el hincha se pone contento igual pero favorito no hay ninguno”.
Para muchos, es un sueño desde que son chicos, al consultarle como se siente jugar un clásico siendo hincha esto nos respondía: “Cuando uno es jugador del club y es hincha fanático lo sentís el doble o el triple. Ponerte la camiseta o ser capitán de tu club y poder ganar el clásico es lo máximo. Eso es lo que nos pasa, hay jugadores que no son hinchas y lo juegan al clásico y lo sienten pero no lo sienten como un hincha”.
“Normalmente, los que juegan bien los clásicos son los más veteranos. Los que ya han tenido muchos partidos en primera. Capaz siempre hay una sorpresa de algún pibe pero muy difícil. Yo creo que los clásicos los ganan los hombres, la gente con experiencia o el jugador hincha, fanático. Es difícil que un jovencito juegue un clásico y te haga dos o tres goles.” Así se expresaba acerca de qué prototipo de jugador debe jugar un clásico.
El clásico no es un partido más, y esto hace que los jugadores lo sientan ya desde la semana previa. Así lo vivía “El Principito” en su etapa como futbolista: “La semana previa siempre querías empezar el entrenamiento. De lunes a domingo, ya vivías el clásico, no es que lo vivías dos días antes. Del lunes para el domingo ya estabas entrenando para el clásico. De repente a veces se concentraba un día antes y se le pedía al entrenador concentrar dos días antes. A mi me gustaba concentrar dos días antes. Si el clásico era el domingo, desde el viernes ya estabas viviendo el clásico”.
Recordando diferentes clásicos, Sosa nos comentaba cual fue el mejor desde su perspectiva: “El clásico del 98 fue el que cambió un poco la historia, fue el clásico de este nacional de hoy. Cortar el quinquenio, era difícil, empezamos mal el campeonato y después con Hugo y Gesto y la fe que teníamos dimos vuelta todo. Creo que ese 98 fue para mi uno de los mejores”.
Del otro lado de la vereda, charlamos con el ex jugador y entrenador carbonero, Pablo Javier Bengoechea, quien también dejó su opinión en la previa del clásico.