De la mano de Gonzalo Bergessio y el manual de la pelota quieta, Nacional venció a Rentistas y quedó a un paso de ser campeón.
El conjunto local intentó de pique una presión alta asfixiante que dio sus frutos en los primeros minutos, obligó y llegó al gol por intermedio de un córner obtenido a través de esa presión. Los minutos siguieron pasando y Rentistas no se encontraba con su juego, impreciso a la hora de salir jugando, desgastado físicamente tras la semifinal ante Liverpool y sufriendo mucho los manos a manos en defensa. Cuando el rival está así, hay que capitalizarlo en el marcador, eso fue lo que hizo Nacional a través de otra pelota quieta, Gonzalo Bergessio puso su doblete en apenas 28 minutos y automáticamente marcó el rumbo del partido. La sensación era que Nacional hacía daño cada vez que se decidía atacar a la defensa rival y por otro lado que Rentistas no generaba absolutamente nada más allá de alguna triangulación aislada.
El bicho colorado salió al segundo tiempo bajo la premisa de dejar de correr atrás del balón y cumplió en buena parte, no lastimaba pero tampoco era lastimado. La situación perduró hasta que apareció su peor pesadilla, la pelota quieta, Mathías Laborda saltó en el medio del área y la puso donde quiso para marcar el 3-0 con olor a título de campeón. Luego de eso, el partido fue en piloto automático hasta el final. Nacional ganó y quedó a nada de ser Bi-Campeón.
6' Gonzalo Bergessio (NAC, 1-0), 28' Gonzalo Bergessio (NAC, 2-0), 65' Mathías Laborda (NAC, 3-0).
Amarillas: 30' Nahuel Acosta (REN), 39' Nicolás Colazo (REN), 40' Gonzalo Bergessio (NAC), 51' Gabriel Neves (NAC), 71' Mathías Abero (REN), 79' Alfonso Trezza (NAC), 85' Gonzalo Vega (REN), 85' Maximiliano Amondarain (REN) y 85' Joaquín Trasante (NAC).
Se cae de maduro que es la bendita pelota quieta, si, esa que gana campeonatos.
Argentino, cordobés y de nombre Gonzalo. Bergessio abrió el camino y dejó claro que es la bandera de este equipo.
El primer gol, por tempranero y por marcar la cancha ante un equipo que venía desgastado. Anuló toda planificación.
Correcto trabajo de la terna liderada por Esteban Ostojich.
Faltaba su atajada y llegó sobre el final.
Cumplió y todavía puso un gol.
Correcto partido.
Dicen que cuando la oportunidad llama a la puerta hay que estar listo. El pibe jugó con mucha determinación e intento romper líneas con balón dominado, nada de sacarsela de arriba innecesariamente.
Criterioso.
De a poco vuelve a su versión, hoy volvió a ser importante.
Buen partido a la hora de presionar y en el primer pase. Fue inmenso por momentos.
Siempre está, de una forma u otra, es importante.
Cada vez suma más facetas en su juego, si pegada ya es peligrosa y hoy fue factor clave. También desequilibró por momentos.
Mucha movilidad, poco desnivel.
Un hotel, te manda a dormir temprano y calentito. Ja, el que no aparecía en momentos importantes.
No desniveló.
Pocos minutos en cancha.
Pocos minutos en el terreno de juego.
Lo mismo que los dos anteriores.
Gran homenaje a los equipos de Álvaro Gutiérrez. Claritos, concretos, sin fisuras y con ambición.
Mostraron la personalidad de un equipo que quiere ser campeón.
Nada que hacer en los goles.
No se lo notó bien desde lo físico, desgaste más que entendible.
Sufrió el partido y falló en el primer gol.
Tambien padeció el partido y no estuvo mal en el segundo gol.
Fue el mejor del fondo sin ser una cosa de locos.
No encontró su juego.
No estuvo tan fino desde la salida y falló en el tercer gol al perder la marca.
Muy bajo.
Alguna cosita, pero sin influir.
No logró desnivelar.
Muy pero muy solo.
La pidió siempre y fue el mejor del equipo con apenas 45 minutos en cancha.
No pudo meterse en el juego.
Su equipo no mostró mucho por no decir nada. Tampoco hay mucho para hacer cuando te hacen tres goles de pelota quieta.
Recibieron dos golpazos en la primera mitad y nunca se levantaron.
Nacional queda a un paso de ser campeón mientras que Rentistas buscará el milagro de ganar por tres goles, será bravo.