Este Torneo Apertura dejó un saldo de seis entrenadores que dejaron su puesto en su respectivo equipo. En Salimo’ repasamos los números de estos uno por uno. ¿Fue una buena decisión de los clubes?.
Dicen que la alegría va por barrio. En este caso, los bichos colorados festejaron la obtención de su primer campeonato en Primera División bajo la excelente conducción de Alejandro Cappuccio. Sin embargo, otros clubes no la pasaron tan bien en este Torneo y tomaron la decisión de cesar a su entrenador. Con la reciente salida de Munúa, este se suma a una lista de seis directores técnicos que perdieron su trabajo en el transcurso o finalización del campeonato.
Cabe destacar que todos los DTs que mencionaré a la brevedad, fueron contratados esta misma temporada. Esto quiere decir que algunos, con suerte, apenas pudieron dirigir las 15 fechas del Torneo Apertura.
El exfutbolista, tomó las riendas del negriazul tras la salida de Paulo Pezzolano a México y firmó contrato hasta finalizar el Torneo Clausura 2020. Su último club había sido el Montevideo Wanderers con el cuál termino 10mo en la tabla anual del Campeonato Uruguayo 2019. Román Cuello tomó un equipo que contó con una suma de bajas importantes como las de Nicolás Acevedo y Sebastián Caceres. A pesar de ello, en su corto pasaje por el equipo de Belvedere, obtuvo el segundo título de la historia de Liverpool en Primera División, la Supercopa 2020 frente a Nacional, y pasó de ronda en Copa Sudamericana.
El equipo realizó una campaña con altos y bajos finalizando en una correcta 9na posición. Además, obtuvo el segundo título a nivel de Primera División para el club con un plantel inferior a un grande como Nacional lo cuál es muy meritorio. Sin embargo, la dirigencia le comunicó que no seguirá al mando del plantel al finalizar el Torneo Apertura. Ahora, mi pregunta es, si Cuello tenía contrato por un año y realizó una campaña de mitad de tabla que era lo que podía dar su equipo, ¿era para despedirlo con solo 15 partidos y una final ganada a sus espaldas?.
A comienzos de 2020, Barrera le otorgó toda la confianza a “Cachavacha” para dirigir al carbonero, le conformó un equipo con muchas caras nuevas y prometió un proyecto. Sin embargo, los resultados no acompañaron al manya y el paso de Forlán por la institución duró muy poco. Con sólo nueve encuentros por torneo local y dos en copas internaciones, el Diego fue despedido.
Además de un Torneo Apertura muy irregular, los resultados en Copa Libertadores tampoco lo acompañaban ya que gano un partido y perdió el otro. En un año de elecciones, los resultados importan, y la idolatría que muchos le pueden tener al 10, no lo salvó de ser cesado de su cargo. En su lugar, asumió Mario Saralegui, un hombre que conoce mucho el club. ¿Le ha ido mejor?; más de lo mismo. Mario ganó tres y empató tres partidos por torneo local mientras que por Copa, perdió dos y tan sólo ganó un encuentro.
“La Franja” no se encontraba en su mejor momento a sabiendas de que enfrentaría una temporada dura peleando en la zona baja. Sin embargo, la dirigencia apostó por el “Tato” Martín García, aún sin presencias como técnico en nuestro fútbol. De más estaba decir que el equipo necesitaba resultados jugase como jugase y no los consiguió; ni juego, ni resultados. Con tan solo siete partidos en sus espaldas, la dirigencia despidió al “Tato” de su cargo y trajo a un hombre de la casa, Leonardo Ramos.
Los números hablan por sí solos y Danubio debió dar un giro de timón sino quería complicarse más en el descenso. En un principio, pareció ser útil, pero en el final del Torneo el equipo no sumó de a tres en ninguna de las últimas seis fechas. Al momento, Danubio continúa penúltimo en el descenso y los partidos pasan. ¿Podrá Leonardo Ramos invertir esto?.
Desde un principio, la institución sabía que afrontaría una campaña difícil peleando la zona baja del campeonato. Para esta ocasión, eligieron a Nathaniel Revetria, otro entrenador muy jóven para nuestro fútbol. Pasadas 10 fechas del Campeonato Uruguayo, Revetria no pudo revertir la delicada situación del equipo albiceleste y fue cesado antes de terminar el torneo. En estas fechas, el equipo de la Villa tan sólo pudo recoger una victoria.
El club ya no sabe que hacer para salir del fondo del descenso y como “manotazo de ahogado” acudió a su director deportivo. Tras la salida de Revetria, Juan Jacinto Rodríguez asumió en el albiceleste como interino pero que seguirá por el resto de la temporada. Los números de Rodríguez mejoraron pero no parece haber cambios en la tabla. En las últimas cinco fechas del Torneo Apertura, Cerro ganó dos, empató un encuentro y perdió los dos restantes.
El ex-arquero tricolor volvió a la institución que lo vio nacer en busca de un proyecto con contrato de dos años. En un principio, parecía que su gestión terminaría rápidos cuando en tres fechas solo había conseguidos dos unidades. Sin embargo, mejoró post pandemia y clasificó a octavos en Libertadores. Hizo una campaña para campeón y de no haber sido por el excelso campeonato de Rentistas, Nacional se habría coronado con el Apertura. Sin embargo, el mal cierre de torneo fueron motivos suficientes para que Decurnex y compañía tiraran al tacho el proyecto armado.
En Copa Libertadores, ganó 4 de los 5 partidos que disputó, venciendo en tres ocasiones como visitante. Intentó plasmar su idea de juego y le dio continuidad a varios juveniles del club. Culminó primero junto a Rentistas en la tabla pero fue derrotado en la final. Un mal cierre le costó el cargo y la vara está muy alta para el próximo que tome la dirección técnica. Jorge Giordano, director deportivo, asumirá como interino hasta fines del Torneo Intermedio.
Con pasado ya en varios clubes de nuestro fútbol, tomó al equipo bohemio formando un buen equipo. La llegada de Ignacio Lores era una pieza de jerarquía para este equipo y así lo fue por nueve fechas. Tras la victoria ante Peñarol, Wanderers se perfilaba como candidato en la definición pero un terrible cierre de torneo hizo que terminara en el séptimo puesto sin pena ni gloria.
En este caso, la dirigencia insistió para que este se quedase pero fue él mismo quien tomó la decisión de renunciar a su cargo como director técnico. Un técnico con mucho recorrido llega al equipo del Prado. Daniel Carreño vuelve al fútbol uruguayo en busca de que el equipo retome el nivel que demostró con nuevas incorporaciones como la de un hombre de la casa, Guzmán Pereira.
El fútbol uruguayo ha entrado en una vorágine donde el resultado es lo que importa y de no lograrse estos, los cambios aparecen rápidos. Todos los directores técnicos mencionados, asumieron este año y ninguno completó el contrato establecido. Esto parece ser ya solo una cuestión formal para los equipos que se transforma muchas veces en deudas cuando no se cumplen. Por ahora, los proyectos a largo plazo parecen estar lejos de nuestro fútbol. Quizás por falta de paciencia, por razones económicas, entre otros. Nunca lo sabremos a ciencia cierta. Sin embargo, hasta el momento estos giros de timón no han logrado revertir la situación actual de los clubes. El tiempo nos dirá si los equipos han tomado una buena decisión o solo han sido manotazos de ahogados que no se reflejan en logros a futuro.