EFEMÉRIDES DE LA SEMANA >>> Esta semana se cumple fecha de la conquista por parte de Uruguay de la Copa América de 1935, que significó la despedida de la selección de algunas gloriosas figuras que obtuvieron los títulos mundiales de Colombes 1924, Amsterdam 1928 y Montevideo 1930, como el gran capitán José Nasazzi, Lorenzo Fernández y Héctor “Manco” Castro.
1935: Uruguay le gana 3 a 0 a Argentina en el partido decisivo, y se consagra Campeón de América, ganando la séptima de las 15 Copas que hoy ostenta. Este torneo se jugó en Lima, Perú, y tuvo algunas particularidades que merecen ser contadas.
Como es sabido, en 1930 se disputó la primera Copa del Mundo en nuestro país, siendo Uruguay el campeón, tras vencer en la final a nuestros vecinos argentinos. Ese partido estuvo cargado de polémicas y tensiones que terminaron con una rotura de relaciones entre la AUF y la AFA, que eran en aquel tiempo, con mucha distancia, las dos asociaciones futbolísticas más influyentes de América. Al estar distanciadas, pasó un tiempo sin que se disputen Campeonatos Sudamericanos. Recién en 1935 volvió a celebrarse el torneo, cuando ya Uruguay no era el campeón del Mundo, porque en 1934 se jugó otro Mundial, en Italia, al que la AUF decidió no asistir, y el equipo local se quedó con el trofeo.
Esta nueva Copa América del ’35 se disputó en Perú como homenaje al 400° aniversario de la ciudad de Lima. Se jugó en los campos de Santa Beatriz, donde años más tarde se iba a construir el actual Estadio Nacional de Lima. Para evitar nuevas tensiones entre los dos eternos rivales, los directivos de AUF y AFA decidieron jugar con camisetas distintas a las habituales e históricas. Uruguay en aquella oportunidad jugó de rojo, y Argentina de camiseta blanca.
El campeonato constó de cuatro participantes. Los dos rioplatenses mencionados, Chile y el local Perú. Uruguayos y argentinos vencieron a los dos equipos del Pacífico, con una diferencia: los charrúas habían logrado ganar apenas por un gol de diferencia ambos partidos (1-0 a los peruanos y 2-1 a los chilenos), mientras que nuestros vecinos habían goleado en ambos compromisos. El clásico del Río de la Plata se iba a jugar en la última fecha, a la que los dos equipos llegaron en la punta de la tabla con los mismos puntos, pero con una diferencia de goles favorable a la Argentina, que empatando sería el campeón. Ellos llegaban como favoritos, y nosotros, “de punto”, como tantas otras veces, terminamos ganando y consagrandonos campeones de América, gracias a los goles de Héctor “Manco” Castro, José Taboada y Aníbal Ciocca.
El libro “100 años de Gloria”, de Atilio Garrido, que recorre el primer siglo de historia de la AUF, de 1900 al 2000, recoge la crónica del periodista Diego Lucero, que presenció aquel histórico partido jugado en tierras limeñas, donde cuenta una espectacular anécdota entre el capitán José Nasazzi y el volante central Lorenzo Fernández, dos emblemas de Uruguay:
“Fue un partido memorable. Los celestes ganaban 3 a 0 en el primer tiempo, jugando en forma magistral. El público peruano, deslumbrado. Los jugadores argentinos, irritados. Bronca en el segundo tiempo y trenzada fuerte entre Lorenzo Fernández y Masantonio, cuyos ecos se prolongan en el tiempo y la leyenda los hizo aparecer como dos grandes camorreros (…) El partido, por su ritmo, fue tan intenso, que Lorenzo, en un pasaje del juego, cayó extenuado, no podía levantarse y pedía relevo en forma lastimera: ‘No puedo seguir… no puedo’. Fue entonces cuado Nasazzi, haciendo como que hablaba con terceros, dijo a los que rodeaban a Lorenzo: ‘¿Qué pasará en Montevideo y qué pensará la gente cuando la radio diga que el gallego Lorenzo no quiere seguir jugando porque anda flojo y parece que le tiene miedo a Masantonio…?’. Como un resorte se paró Lorenzo. ‘¿Yo flojo?’ gritó. No fue un grito, fue un alarido. ‘Ni flojo, ni con miedo’, y fue a ocupar su puesto. En aquel partido memorable Lorenzo resultó un factor decisivo de triunfo. Fue el último lampo glorioso de José Nasazzi y Lorenzo Fernández. Aquella tarde, los dos grandes que pasearon la casaca celeste por el mundo al son de los clarines anunciadores de las más resonantes victorias, saludaron levantando los brazos como los guerreros. Era la actitud de la despedida y en ella, la belleza plástica se unía a cierto dejo de tristeza poética. Eran los colosos que se iban. Y se iban con lo que tienen de tremendo estas dos palabras: ¡para siempre!”.
De esa manera se despidió el gran “Mariscal”, cuatro veces campeón de América y tres veces campeón del Mundo con Uruguay. El capitán más grande de la historia. También se iba Lorenzo Fernández, que fue muy importante como número “5”, siendo campeón Sudamericano dos veces (1926 y 1935), y estando presente en los títulos mundiales de 1928 y 1930. El otro que se despedía era Héctor “Manco” Castro, goleador empedernido de aquella generación de oro, quien ganó los mismos títulos que Fernández con la gloriosa celeste.
1978: También un 27 de enero, pero unos cuantos años después, nace Gustavo Munúa, actual entrenador de Nacional. Empezó como arquero en las divisiones inferiores del tricolor, haciéndose conocido popularmente en 1997 siendo el guardameta titular de la selección uruguaya sub 20 que obtuvo el vicecampeonato en el Mundial de Malasia. Luego para 1998 se afianzó en el arco del primer equipo del Bolso, siendo campeón Uruguayo ese año, al igual que en 2000, 2001 y 2002, año en el que integró el plantel de Uruguay en el Mundial de Corea-Japón, siendo el golero suplente celeste. En 2003 estuvo a punto de batir el record de más minutos con la valla invicta en el Campeonato Uruguayo. Llegó a 963, pero no le alcanzó para superar a Ladislao Mazurkiewicz que ostenta la marca con 987. Luego emigró a Europa y volvió a Nacional en 2014. Ganó el Uruguayo 2014-2015 con los tricolores y luego colgó los guantes para asumir como DT. Dirigió a los albos en la temporada 2015-2016, realizando una gran campaña en la Copa Libertadores pero fracasando en lo local lo que le costó el puesto. Se fue a dirigir a España y en este 2020 vuelve a calzarse el buzo de DT de Nacional.
1968: Nace Ruben Pereira. Volante de muy buen pie y mucho talento que se destacó en las décadas del ’80 y ’90. Fue pieza clave en el Danubio campeón Uruguayo de 1988. Jugó el Mundial de Italia ’90 con la selección, dejando un recuerdo imborrable en un amistoso de preparación para ese torneo, en el que una “doble pisada” suya terminó con un gol celeste ante Alemania. Más tarde jugó en Italia, en Argentina, en Nacional y en Peñarol. En los aurinegros fue parte importante del “Quinquenio”.
1976: Julio César “el Pibe” Jiménez anotaba tres goles, en la goleada de Peñarol sobre Nacional por 5 a 1, en partido válido por la Liguilla Pre Libertadores.
1939: En duelo por la Copa América entre Uruguay y Chile, en la ciudad de Lima, debutaba en la selección mayor Obdulio Varela, el capitán del “Maracanazo” de 1950.
1966: Nace Romario. Uno de los mejores delanteros de la historia de Brasil y del fútbol mundial. Fue figura de la selección verdeamarelha durante años, llegando al pico máximo de su carrera en 1994, donde fue campeón del Mundo en Estados Unidos y mejor jugador del torneo. Con el “Scratch” también ganó dos Copas América, en 1989 y 1997 y una Copa Confederaciones en 1997. Supo ser verdugo de la celeste, en la final continental del ’89 y también en las Eliminatorias para el Mundial ’94 donde nos hizo dos goles y nos dejó sin clasificar a ese certamen. A nivel de clubes se inició en Vasco Da Gama, luego pasó al PSV de Holanda donde perdió la final Intercontinental de 1988 ante Nacional, jugó en el Barcelona y Valencia en España, pero la mayor parte de su carrera la hizo en su país, donde jugó mucho tiempo y ganó muchos títulos en los equipos más populares de Río de Janeiro, como el mencionado Vasco, el Flamengo y el Fluminense. Un maestro de la definición, si quedaba mano a mano con el arquero era gol, un goleador empedernido.
1994: Culminaba en Argentina un torneo que se disputó por única vez, la “Copa Centenario”, en homenaje a los 100 años de fundación de la AFA. El campeón fue Gimnasia de La Plata, que venció en la final por 3 a 1 a River Plate y se quedó con el título. 18 equipos disputaron el torneo: todos los que jugaron en Primera “A” en la temporada 1992-1993, menos los dos que habían descendido.
1974: Nacional y Peñarol empatan 1 a 1, por la amistosa Copa del Atlántico, en lo que significó el clásico número 16 sin que los tricolores conozcan la derrota. Es la mayor racha invicta de la historia de los partidos clásicos hasta la actualidad. Los goles fueron de Mantegazza para los albos, y de Morena para los aurinegros. En el siguiente clásico ganaría Peñarol y se cortaría esta hegemonía bolsilluda, pero el récord aún no fue igualado.
1979: En el Estadio Centenario, Uruguay se consagraba campeón Sudamericano juvenil, al ganarle la final a Paraguay por 2 a 1 con más de 55 mil entradas vendidas. Era el gran momento de la dupla Raúl Bentancor-Esteban Gesto como DT y preparador físico de las selecciones juveniles. Con ellos dos al mando, la celeste ganó los Sudamericanos de 1977 y 1979, y obtuvo el cuarto puesto en el Mundial de Túnez 1977 y el tercero en el de Japón 1979. Este Sudamericano sub 20 de 1979 iba a tener la particularidad de que fue uno de los dos torneos que jugó Diego Maradona a nivel oficial en Uruguay. El otro iba a ser el Mundialito de 1980-81, ya con la selección mayor de Argentina.
1893: Nace Alfredo Foglino, el primer “Mariscal” de la historia del fútbol urugayo. Capitaneó la celeste durante 10 años, ganando las primeras tres Copas América que tiene Uruguay (1916, 1917 y 1920). Jugó en Nacional durante 14 años, siendo un ganador nato: obtuvo 9 Campeonatos Uruguayos, además de otros 15 torneos locales y 8 internacionales. Es uno de los jugadores más laureados de toda la historia de nuestro fútbol.
1969: Nace Gabriel Omar Batistuta. Uno de los delanteros más importantes de la historia del fútbol argentino. Es el segundo máximo goleador de la historia de la selección, solamente superado por Lionel Messi. Con la albiceleste fue campeón de la Copa América en 1991 y 1993, y de la Copa Confederaciones en 1992. Jugó los Mundiales de 1994, 1998 y 2002, convirtiendo goles en todos. Comenzó en Newell’s, donde llegó a jugar la final de la Copa Libertadores, perdiendo ante Nacional en 1988. Luego pasó a River Plate donde no le fue bien y recaló en Boca Juniors, donde hizo muchos goles y fue dirigido por Oscar Washington Tabárez. De allí pasó al fútbol italiano donde fue ídolo absoluto en la Fiorentina y la Roma, siendo en este último además campeón de Italia. Dueño de una potencia y una presencia tremenda dentro del área, el “Batigol” fue el mejor “9” argentino de los últimos, al menos, 30 años.
1952: Nace Fernando Morena. De los ídolos más grandes de Peñarol en toda su historia. Defendió a los aurinegros en varias etapas, de 1973 a 1979, de 1981 a 1983, luego en 1984 tras un breve pasaje por Boca Juniors, y una fugaz vuelta en 1986, año del retiro definitivo. El “Potrillo”, como le apodaban, es el máximo goleador de la historia del Campeonato Uruguayo, el segundo de la Copa Libertadores (detrás de Alberto Spencer) y el segundo de los clásicos (detrás de Atilio García). Ganó la Copa Libertadores y la Intercontinental con los aurinegros en 1982, además de 7 Campeonatos Uruguayos. Posee el récord de más goles en una temporada del Uruguayo (36 goles en 1978) y también el de más goles en un partido del campeonato local (7 goles ante Huracán Buceo el mismo año). Con la selección uruguaya ganó la Copa América de 1983, aunque solo jugó los primeros partidos, ya que fue fracturado en el inicio del torneo ante Venezuela. Como técnico dirigió a Peñarol en dos oportunidades, pero en ambas fracasó.
1967: ¡URUGUAY CAMPEÓN DE AMÉRICA! La Copa número 11 de las 15 que posee la celeste, se ganó ese año tras vencer en el partido decisivo a Argentina por 1 a 0, con gol de Pedro Rocha. El torneo se disputó enteramente el Estadio Centenario, y como en las 7 ocasiones en que la Copa se jugó en nuestro país, quedó en casa.